Dice la frase popular “juventud divino Tesoro” una frase que alaba y se refiere a las capacidades y habilidades que el joven posee durante esa etapa.
La Biblia presenta un especial énfasis y esperanza en este aspecto: la gloria de los jóvenes es su fuerza. Este aspecto es muy contrastante con lo que la mayoría de adultos consideran, algunos ven la juventud como un atraso, como un problema.
Más Dios le ve como una época de Gloria.
- Pero además La juventud es una etapa de desarrollo y de aprendizaje.
En la juventud tenemos plenitud de fuerza, plenitud de elasticidad, plenitud de vigor y mucho más. En términos de desarrollo humano es una de las mejores épocas, Y además En ese momento se forja en gran manera el carácter de vida, los hábitos que regirán la vida.
- Pero también la juventud trae el contraste de la inexperiencia en la vida.
Y esa misma inexperiencia provoca decisiones que pueden marcar y determinar un mal o buen futuro. La misma inexperiencia provoca caer en errores en la elección de amistades y actividades las cuales pueden corromper y echar a perder la vida, aun por lo prometedora que sea.
El tomar correctas o malas decisiones en esa época dependerá de las asociaciones que mantengan. Por ello el desarrollar tu vida en el trabajo celular será un buen forjador de tu vida.
- Las células te darán la oportunidad de conocer y ayudar al ser humano en sus necesidades.
- Las células te brindaran la oportunidad de compartir la vivencia de otras familias que como tu luchan por salir adelante.
- Las células te permitirán desarrollar tus dones y habilidades de manera práctica y constante.
- Las células te permitirán aprender y capacitar a los demás, y aún a ti mismo.
- Las células te mostraran que nadie es perfecto, pero que si podemos salir a delante con la ayuda de Dios.
Joven en la plenitud de tu fuerza sirve al Señor y dirás como un famoso hombre de Dios alguna vez escribiera: FUI JOVEN Y HE ENVEJECIDO Y NO HE VISTO JUSTO DESAMPARADO…
- La mejor manera de forjar la vida de manera práctica y correcta es ocupándonos positivamente por aquellos con los cuales podemos colaborar.
Tu juventud es tu tesoro, no te lo quedes compártelo y enriquece a otros con las habilidades que Dios te ha brindado, y si crees que no las tienes te animo a servir y descubras el talento que Dios te ha dado. Y si alguien no cree en ti, ¡SOMOS MAS LOS QUE CREEMOS EN TI!
Lea la segunda parte, de clic aquí
Escrito por Omar Díaz
E-mail:elimiglesia@yahoo.com
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