miércoles, 10 de junio de 2009

JOVEN ¿TE INTERESA EL MINISTERIO...?

Algunas semanas atrás recibí esta consulta:

Hermano Omar, ¿Cuánto tiempo esperó usted para el ministerio y cuál debe ser el estilo de vida de jóvenes como yo que lo anhelamos mucho?


A continuación la respuesta a él dada, quiera Dios le ayude a descubrir los propósitos de Dios para su vida.
..


De su pregunta sobre el ministerio y el llamado le diré personalmente creo que deben descubrirse tres cosas importantes en un candidato a ministro:

  • El descubrimiento de la vocación personal por parte suya. En su labor debe sentir satisfacción, en la preparación espiritual y didáctica así como amplio sentido de auto sacrificio no bonificable por los demás. Debe sentir paz y gozo en lo que realiza.
  • La experiencia sobrenatural del llamado. No puedo reglamentar esta experiencia, pues cada persona es un caso especial para Dios. Pero sí puedo decir que debe ser una íntima y profunda experiencia compartida con el pastor que le conduce (compartida significa que usted se la comente y le ayude a probar si es una prueba genuinamente divina), le reitero es una experiencia única que le provocará, le animará, le obligará a salir del mundo para consagrarse para Dios.
  • Los demás deben reconocer en su labor la operación de Dios. Una cosa es que usted sienta y vea los resultados, y otra es el testimonio de los demás. Elim tiene la particularidad que a los ministros no los proclama, sino que los reconoce por sus frutos. En su diario andar de vida de servicio dejará bellas huellas impregnadas en los corazones de los beneficiados, que provocarán él, que corran la voz por su servicio, y así reconocerán la operación de Dios a través de su persona.

Sobre la conducta de un candidato joven al ministerio le diré lo siguiente:

  • Debe ser una persona normal, con sueños, visiones, anhelos y proyectos concretos de vida. Asimismo con ánimos de luchar y disciplinarse por lograrlos.
  • Debe ser una persona anormal, esto lo digo en el sentido de su expectativa espiritual; debe vivir en el mundo ver como todos ven y espiritualmente ver lo que los demás no ven.
  • Desarrollar una renuncia paulatina a la juventud común y corriente, entregándose a fondo por el conocimiento integral, digo integral incluyendo aspectos espirituales y terrenales. Buscar la excelencia académica y la excelencia cristiana.
  • Desarrollar un carácter misericordioso por los demás en los errores que estos cometan. La experiencia nos enseña que la mayoría de creyentes pasamos por diversas etapas, y como predicadores pasamos por la época en la que nos sentimos “la espada de Dios para dictar y cumplir juicio sobre las personas” dañando por tanto a los que fallan (por usurpar la labor que a Dios solo compete) sin considerarnos a nosotros mismos, y poco a poco Dios se encarga de humillarnos hasta reconocer que somos tan humanos como cualquier otro.
  • Sea normal aprenda a disfrutar de la vida, a divertirse sanamente en el momento apropiado. Le cuento a mis 14 años me pusieron en disciplina por jugar fútbol. Diez años después el mismo que me puso la disciplina me sacaba a jugar con los demás pastores. Todo tiene su tiempo sepa apreciarlo y disfrutarlo. Sobre todo no ponga cargas que después no pueda llevar.
  • Asóciese correctamente. Busque amistades que le ayuden a conformarse como siervo de Dios. Amistades que caminen de acuerdo a la verdad, a la integridad y al amor a Dios. Amistades que no les tiemble el pulso a la hora de confrontarle a usted en sus errores, esto no es fácil hallar.
  • Vea y estudie la vida y conducta de otros jóvenes exitosos en todas las áreas. Aprenda de sus errores y de sus atines. Digo esto pues el ministerio es una amalgama de profesiones.
  • Permita ser guiado por otros ministros o creyentes de experimentada vida cristiana y matrimonial, es bello aprender de las experiencias de otros.
  • Sea apropiado en las conversaciones. Existen creyentes que se vuelven “fariseos” en su manera de hablar, solo hablan de cosas religiosas o espirituales, usan una jerga excesivamente religiosa y esto, más con el afán de ser exaltados ellos que por exaltar a Dios. Cada palabra en su momento exacto, la sabiduría le ayudará a conocer el momento apropiado.
  • Como joven casado tiene una materia más que desarrollar, si bien es cierto la esposa acompaña en la labor ministerial, ella nunca comprende a cabalidad esta tarea. Por ello, usted debe explicarle y animarle a desarrollar su vida y trabajo para apoyarle, eso sí, no le pida más de lo que los dones en ella pueden realizar.

Bueno por el momento esta epístola me inspiró a escribir, no es todo pero hay elementos que le ayudarán en su consulta.

Bendiciones siervo y adelante.

Omar Díaz
Email: elimiglesia@yahoo.com

2 comentarios:

davidjuda dijo...

Que buen consejo hermano omar creo que es muy bueno saber a los que anhelamos el ministerio a lo que nos estamos enfrentando, somos muchos los que deseamos pero no sabemos a lo que nos enfrentamos son consejos muy veridicos de lo que se pasa y lo que se toma en cuenta para el ministerio.

st dijo...

Buenísimo, a veces uno cree que sólo por pararse frente a una audiencia en un púlpito, ya eso lo hace pastor. Bueno para descubrir la vocación de cada uno respecto a este tema de tan noble tarea en El Señor.

Bendiciones...