sábado, 6 de junio de 2009

EL LÍDER Y EL EJERCICIO CORPORAL

Existe una verdad inobjetable: somos responsables de imitar a Jesús en la evangelización, y discipulado de las almas, y somos también responsables de mostrar el poder y el amor de Dios a toda la generación con la cual convivimos.

Y parte esencial del amor por las almas es enseñarles a cuidar de sí mismo.

La salud de las personas es punto de agenda importante e intransferible en el papel que la iglesia desarrolla.

Dios nos dotó de la presencia del Espíritu Santo quien actúa activamente sellando como propiedad de Dios al convertido, bautizándole y habilitándole con su poder, guiándole a producir frutos y le brinda la operación de los nueve dones espirituales para edificar, exhortar y consolar a los necesitados y nos dejo además del consejo de la escritura para cuidar de nosotros mismos.

La guianza de Dios por medio de su Espíritu Santo y su palabra, así como el amor de la iglesia por las almas: son lo suficientemente efectivos para ayudar a todas las personas en todas sus necesidades corporales, al menos en dos maneras: con su poder que le sana instantáneamente, y con su sabiduría cuidándole y previniéndole del mal.

La prevención de la salud es parte esencial en la conducta del reino de Dios.

Dios nos dio un cuerpo que debe ser cuidado de manera responsable, y de lograrlo alargaremos nuestra vida útil para nuestra familia y para el servicio de Dios y su pueblo.

Un líder enfermo y con miembros de células que padecen enfermedades frecuentemente son sinónimo de descuido, y no debemos permitirnos estas situaciones, debemos hablar este tema y ayudar a las personas, es bueno ayudar a comprar una medicina para el enfermo, pero es más barato y de valor duradero ayudar a prevenir las enfermedades.

La Biblia dice que en la primera carta a Timoteo capitulo 4 verso 8 que “el ejercicio corporal para poco es provechoso” algunos confunden el termino poco con nada y afirman que el ejercicio corporal es malo y llegan al colmo de satanizarlo,

¡Pero perdón… El texto dice poco… no dice nada”

Esto significa que sirve en algo, y ese algo es el mantenimiento y auxilio de nuestra salud.

El ejercitarnos y motivar a que se practique ejercicio por otros, nos ayudara a cuidar de nuestra salud y prevenirnos de infinidad de enfermedades.

El ejercitarnos nos permitirá normalizar la tensión cardiaca, habilitar nuestro cuerpo para resistir y desarrollar labores que al no ejercitarnos nos parecen imposibles, y muchos beneficios más.

Un ejemplo importante relacionado al predicador al líder de célula es el siguiente: necesita urgentemente practicar la natación para fortalecer su sistema respiratorio, de lo contrario pocos años de vida útil le quedaran a sus pulmones y aparato fonador.

Y es triste escuchar a predicadores con su voz maltrecha cuando pudo haber evitado si tan solo hubiese realizado ejercicios adecuados a su salud.

Pastores, supervisores, lideres, continuemos orando y visitando a los enfermos, evangelizando y discipulando, pero también cuide de su salud por amor a sí mismo, por amor a nuestra familia y a la labor de la obra de Dios.

La Biblia dice una verdad impresionante con relación a la prevención espiritual, y lo destacable es que de no respetarse las consecuencias que establece se refieren al deterioro del cuerpo en Eclesiastés 12:1 al 8, de ello destacamos el primer verso y le animo a leer los siguientes en su hogar:

“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento”

Escrito por Omar Díaz
Email: elimiglesia@yahoo.com

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