Decimos cumbre porque el consejo de Dios es la solución que los seres humanos necesitamos para vivir y sobrevivir de las dificultades por cada uno enfrentadas.
Las personas asisten a las células necesitadas de soluciones, de ayuda, de aliento.
Por tanto estimado líder le felicito por ejercer ese especial privilegio, pero además, le animo a tomar con responsabilidad y seriedad esa oportunidad de compartir el consejo de Dios, pues su participación efectiva será determinante para el alcance de las personas para Cristo y de las soluciones que las personas esperan recibir al escucharle.
Existen varias cosas que le animo a poner en práctica como evidencia de su responsabilidad, y que además nos permitirán ser “los voceros de Dios para esta generación”
- En primer lugar… Recuerde que las personas necesitan el consejo de Dios. Por muy creativos, ingeniosos, sociables y leales que seamos, jamás sustituiremos la efectividad y gloria del consejo de Dios, por tanto esfuércese por comprender lo que Dios desea decir en cada estudio a las personas, y luche por apartar sus ideas o corazonadas. Lo que Dios dice tiene fiel cumplimento y llenara plenamente.
- En segundo lugar… Las personas merecen nuestro respeto. Por ello prepárese concienzudamente, no permita bajo ninguna circunstancia caer en el grave error de la improvisación; un líder que no lee la guía, estudia, reflexiona y vive la palabra aprendida, será como la Biblia dice “un címbalo que retiñe” no dará sonido claro, no dará enseñanza definida se enfrascara en repeticiones vanas y por sobre todas las cosas hablará de algo que no vive, y eso es detonante para una célula que no alcanzara los objetivos propuestos.
- En tercer lugar… Sea misericordioso en la presentación del estudio de la guía. Es triste encontrar más bien sufrir líderes que demandan, regañan, maltratan a las personas con temas de los cuales ellos mismos están ausentes de cumplir. Las personas están cansadas de este tipo de abusos, el mundo está lleno de abusadores. Hnos. no dañemos más las personas, seamos solución a ellas, no un mal peor.
- En cuarto lugar… No sustituya al Espíritu Santo en su obra en los hombres. La labor del predicador es la de entregar la noticia, es el oyente el que decide someterse al orden de la palabra de Dios. No es papel del predicador el forzar a las personas a obedecer a Dios, es más bien una responsabilidad personal. El líder que persigue a sus miembros con el objeto de hacerlos obedientes, solo está formando religiosos y fariseos que en la soledad demostraran su verdadero carácter, que normalmente no agrada a Dios.
- Y por último… Prediquemos la verdad de Dios. No compartamos lo que pensamos, ni lo que creemos que es verdad, sino exclusivamente presentemos el evangelio de Cristo. El evangelio es una buena noticia de Dios a los hombres, y los oyentes en medio de tanto dolor y desesperanza necesitan urgentemente recibirla en sus vidas.
“El compartimiento del estudio en la célula es una oportunidad de vida o muerte para sus oyentes”
Líder de usted depende la salvación del necesitado o el que regresen a sus casa decepcionados por no escuchar las soluciones de Dios para su vida.
Escrito por Omar Diaz
Pastor de Mision cristiana Elim
Filial Zacatecoluca
E-mail: elimiglesia@yahoo.com
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