sábado, 28 de agosto de 2010

ANTE LA VIOLENCIA Y VOZ IRRACIONAL

Ante la reciente ola de escritos de quejas y dolor por los acontecimientos en mi país, deseo contarle una pequeña anécdota.

Hace algunos años atrás mientras asistía a capacitarme, pregunté a uno de los maestros acerca de cómo estaban ELLOS desarrollando o llevando a la práctica las propuestas que estábamos estudiando, es decir: si lo que hablaban o enseñaban estaba funcionando, el maestro me contesto: que ellos no tenían nada en práctica sino mas bien eran “capacitadores de capacitadores” para desarrollar las metas de la materia propuesta.

Francamente me decepcioné mucho y ya no regresé a estudiar, pues creo que debemos ser bendecidos por personas que alcanzan lo que promueven.
Hago esta mención ante la gran ola de “opiniones, peticiones de oración, quejas, etc.” en Pro del alto del índice de violencia en nuestro país; y para variar me doy cuenta al comparar la “voz de los exaltados exigentes de soluciones” que no encuentro nada mas que personas que están hablando y que no hacen nada, en otras palabras: personas que aprovechando el “boom” publicitario se unen a la ola y aprovechan a hacerse notar, ver y oír. Y estoy seguro que no es ese el papel de la iglesia, ser solo una voz seca y sin frutos.

El papel de la iglesia es exponer la verdad, pero al estilo de Jesús.

Cierta ocasión alguien mando preguntar si él era el Cristo, y el Señor le contestó: díganle que los muertos andan, los ciegos ven, los sordos oyen, etc. Esta realidad expresada dista mucho de los argumentos poéticos o melancólicos de los actuales exponentes de “soluciones y quejas” Jesús mostró sus obras como testimonio de su acción y decisión para curar las problemáticas existentes.

La gran pregunta es: ¿Qué estas haciendo para dar soluciones? Si no estas haciendo nada te recomiendo leas el siguiente párrafo:

“Si tienes un problema, y no trabajas para solucionarlo: TU ERES PARTE DE ESE PROBLEMA”

MAS QUE HABLAR ACTUEMOS, QUE LOS GRITOS DE NUESTRAS ACCIONES SEAN EL REFLEJO DEL DOLOR DE NUESTRO CORAZON.