martes, 29 de septiembre de 2009

NOS VISITARON JOEL RUANO Y VICTOR HERNANDEZ



En días anteriores recibimos la visita de dos de los tres principales cantantes cristianos de nuestro país El Salvador, los hermanos Joel Ruano el 27 de agosto de 2009, y Víctor Hernández el 24 de septiembre de 2009, con el objeto de presentar sus mas recientes producciones musicales.

Como iglesia local nos sentimos muy honrados de la visita de los consiervos y deseamos compartir con ustedes el audio de ambas participaciones con el objeto de honrar a Dios con cada canto. No omito dar testimonio que ambas participaciones llenaron de bendición y fuerza a la congregación que asistió ambos días.

Le animo a apoyarles en oración, en la promoción a sus amigos y con la adquisición de este material tan especial por ellos presentados
(en original no en copia ilegal, recuerde somos cristianos: NO ROBARAS!!!).

Audio de Joel Ruano:
website: http://www.joelruano.com/


Audio de Víctor Hernández,
website: http://www.myspace.com/victorhernandezmusic

martes, 22 de septiembre de 2009

EJERCICIOS VOCALES 4

Tema: Ejercicios de tonicidad muscular.

Número 1.
En pie en posición de firmes, pero con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante afloje los músculos de la quijada y del cuello, luego mueva la quijada más vigorosamente de lado a lado hasta sentirla columpiar libremente con todos los músculos en un estado de aflojamiento. Dejé que el movimiento sea regido por los músculos del cuello.
El objeto de este ejercicio es el de permitirles experimentar la sensación que es producida cuando los músculos de la quijada están en un debido estado de aflojamiento.

Número 2.
Manteniendo la misma posición indicada arriba, con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante y la quijada en un estado de aflojamiento, bosteza varias veces.

Número 3.
Manteniendo todavía la misma posición, pronuncie pausadamente las cinco vocales: a e i o u. Aspiré profundamente, y pronuncie largamente cada vocal, procurando que la garganta esté abierta. No se preocupe por el volumen. Piense en cada sonido como si fuera una larga cinta que va saliendo suavemente de la boca.

La práctica diaria de estos ejercicios ayudará al alumno a aprender a hablar con " una garganta abierta", es decir, con los músculos de la laringe en un verdadero estado de tonicidad. La principal causa de la ronquera y de la aspereza en la voz consiste precisamente en una excesiva tensión de estos músculos.
Cuando el predicador siente que la voz se le empieza a poner ronca, hará bien en de tenerse momentáneamente, espirar hasta sacar todo el aire de los pulmones, aspirar profundamente y obligarse a aflojar totalmente los músculos del cuello y las quijadas. Este aflojamiento momentáneo de dichos músculos hará maravillas en la eliminación de la ronquera.


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EJERCICIOS VOCALES 3

Tema: Ejercicios de resonancia

Número 1.
En pie en posición de firmes, aspiré profundamente y luego mientras susurra suavemente, dejé escapar el aire de los pulmones extendiéndolo a través de la cavidad nasal, es decir, mantenga los labios cerrados mientras sostiene el sonido de las letras " m ". Permita que la quijada baje hacia el pecho e inclina la cabeza ligeramente hacia adelante.
Con la cabeza en esta posición fíjese en las cavidades nasales y procure expeler el sonido a través de la nariz. Haga esto repetidas veces, no muy fuerte y teniendo cuidado de sostener el tono lo más que se pueda debe oír y sentir la vibración de la cavidad nasal.

Número 2.
Repita el ejercicio anterior. Esta vez empiece a susurrar suavemente y vaya alternando el volumen progresivamente. Alterne el murmullo con palabras en las cuales predominan las consonantes labiodentales como sigue:

m-m-m-m-ma-ma-mía
m-m-m-m-bo-la-bo-la
m-m-m-m-vie-ne-la-bo-la
m-m-m-m-ti-ra-la-bo-la
m-m-m-m-mues-tra-mel-ti-ro

Repita este ejercicio varias veces procurando aumentar progresivamente el volumen y la intensificación de las vibraciones en las cavidades bucal y nasal.

Número 3.
léase varias veces la siguiente oración dándole a las " n " una repercusión nasal.

Niña nieblas nieta de doña Nemesia no tienen afición al juego de muñecas y cocinas, pero siente gran predilección por el violín y el acordeón.


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EJERCICIOS VOCALES 2

Tema: Ejercicios de articulación

Número 1.
En pie en posición de firmes. Respire teniendo cuidado de hacerlo en la forma correcta ya indicada luego diga en voz clara lo siguiente:


Ba-be-bi-bo-bu
ca-que-qui-co-cu
cha-che-chi-cho-chu
da-de-di-do-du
fa-fe-fi-fo-fu

Continúe hasta terminar de usar cada consonante del alfabeto con cada una de las cinco vocales. Si el predicador dedica unos 10 minutos diarios a este ejercicio en voz alta, empezará a eliminar muchos de los defectos más radicales de cualquier mala pronunciación.

Número 2.
lea con la mayor rapidez posible, sin faltar a la enunciación clara y distinta las siguientes oraciones:


Retumba el trueno, trágica y tétricas repercusión, repitiendo su eco con resonancia prolongadas, lalo es leal a Lola pero lola lo relega al olvido.

Número 3.
De igual manera léanse los siguientes destraba lenguas.


Pedro Pérez Castro Calvo de la Villa; Pedro Pérez Castro Calvo de Sevilla, Pedro Pérez Castro Calvo de Aragón; ¿cuál de estos tres Pedro Pérez Castro Calvo conozco yo?

A Juan crima le dio grima al quemarse ayer con crema. Zulema dijo: " no quema si la comes por encima" y tiene razón zulema, mucha crema, come crima

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EJERCICIOS VOCALES 1

Dejo a ustedes una serie de ejercicios que nos permitirán ser mejores exponentes de la palabra y a la vez guardar y extender la vida a nuestro aparato fonador.

Deseo alcance el éxito y nos esforcemos por formar a Cristo en el corazón de nuestros oyentes.

Estos ejercicios fueron presentados por Francisco Rodríguez (locutor) en diversas capacitaciones a pastores y obreros de Misión Cristiana Elim.

Tema: Ejercicios de respiración diafragmática

Número 1.
En pie en posición de reposo. Póngase en la palma de la mano derecha sobre el vientre, y la izquierda sobre el costado. Al respirar, note el abultamiento del vientre y la acción de las costillas. Téngase cuidado de no encogerse de hombros y de respirar por la nariz, no por la boca.

Número 2.
En pie en posición de firmes y con las manos sobre la cadera. Aspire el aire lentamente por las narices hasta llenar completamente los pulmones. Luego sin hacer ningún sonido, deje escapar el aire lentamente por la boca.

Número 3.
En pie en posición de firmes y con las manos sobre la cadera. Aspire hasta llenar los pulmones completamente. Luego, de manera pausada empiece a contar y siga contando hasta donde pueda sin tener que tomar aliento nuevamente. Repítase varias veces. Tenga cuidado que el diafragma, ejerza una presión lenta y continua hacia arriba.

Número 4.
En pie en posición normal para hablar en público. Aspire hasta llenar los pulmones completamente. Luego empiece a leer el salmo primero, siguiendo hasta a tener que tomar nuevo aliento. Es posible que la primera vez no alcance a llegar más allá que " la silla de escarnecedores”. Pero si repite en ejercicio diariamente, no será imposible llegar a leer todo ensalmo de un solo aliento.

Número 5.
En pie en posición de firmes y con las manos sobre la cadera. Aspiré profundamente hasta llenar los pulmones completamente. luego, en forma explosiva y con energía moderada Diga: ja je ji jo ju.
Al pronunciar cada sílaba, en vez que el diafragma empuje hacia arriba con un movimiento lento y continuo, haga que se contraiga bruscamente, como si los músculos del abdomen estuvieran bombeando el aire hacia afuera. Repita en ejercicio con un gradual aumento de fuerza al pronunciar las sílabas indicadas.



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jueves, 17 de septiembre de 2009

MAS RECOMENDACIONES PARA PREDICADORES


1. Todo mensaje debe entregarse suponiendo desde el principio que el pueblo no sabe nada, por tanto explíquelo desde la A hasta la Z, de lo simple a lo complicado.

2. El expositor debe tener la garantía de un mensaje recibido del Corazón de Dios y no de suposiciones: “para mí, el pueblo necesita esto…”

3. Permanentemente leer la palabra para: oír la voz de Dios para su vida, oír la voz de Dios para su familia, oír la voz de Dios para su pueblo y ademas estudiarla concienzudamente y con herramientas profesionales.

4. Estudiar la palabra para aprender, estudiar la palabra para vivir, estudiar la palabra para enseñar.

5. Manejar un verdadero orden de vida, para realizar una verdadera predicación ordenada.

6. Escuchar los mensajes para oír la voz de Dios, escuchar mensajes para aprender a vivir la vida cristiana, escuchar mensajes para aprender a predicar, jamás escuchar para criticar.

7. Lea, lea, lea, lea, lea, lea, lea, lea... el buen hablar es el resultado del mucho y buen leer.

8. Disciplinese a una hora diaria de lectura (mínimo).

9. Antes de predicar escriba sus mensajes, después depúrelos, hasta llegar al meollo del mensaje y su correcto desarrollo, la consecuencia directa será la claridad del camino a seguir durante la exposicion del mensaje.

10. No divague en ideas en el momento de la predicación, mantenga el orden original, y de aprovechar alguna idea siempre regrese al punto de desarrollo.

11. El grito no siempre es sinónimo de presencia de Dios o de la voz de Dios, casi siempre es una explosión consecuente a la falta de mensaje; el alzar la voz nos sirve para afirmar una verdad, llamar la atención, expresar gozo, u otro sentimiento, evitemos su exceso para permitir que los oyentes escuchen el mensaje.

12. La iglesia urge de predicador expositor (que desarrolla ideas claras, consistentes y de manera ordenadas), mas que del espontáneo o improvisador, que son los mas detestables, aburridos y los que mas estorban a los oyentes con su falta de disciplina en el estudio.

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COMENTARIOS PARA PREDICADORES DE JOSE GRAU

De la manera mas atenta refiero estos comentarios que deseo abonen a nuestro desarrollo como embajadores del Reino de Dios.
Hno. Omar Díaz

COMENTARIOS INTERESANTES PARA PREDICADORES
JOSÉ GRAU
FRAGMENTO DE INTRODUCCIÓN
CURSO DE FORMACIÓN TEOLÓGICA EVANGÉLICA, TOMO I
EDITORIAL CLIE, 1973

«La teología debe ser una contemplación de los misterios de Dios en un espíritu de oración», ha escrito el pas¬tor Pierre Courthial. El quehacer teológico tiene que llevarse a cabo en una atmósfera de adoración.

La teología viene después de la fe y su función consiste en explorar la Palabra de Dios que ha suscitado esta fe; la teología es, en cierto modo, una continuación de la plegaria, un acto de acción de gracias en el que, como escribiera Calvino,

Cierto que la teología entraña investigación, pero dado el objeto de su estudio no puede ser nunca un simple ejercicio de la razón, sino una tarea en la que participe todo nuestro ser y en la que al trabajo meramente intelectual siga la adoración en espíritu y en verdad, propia de quienes son estudiantes de la Verdad divina. La meditación teológica debe producir —y fomentar— el encuentro con Dios, la comunión renovada incesantemente con El; de ahí que sea ejercicio de la fe tanto como de la razón, un instrumento al servicio de la comunidad creyente.

Con su principio de la autoridad soberana de la Escritura —SOLA SCRIPTURA— la Reforma devolvió a la teología su verdadero centro inspirador* Por desgracia, vino luego el Ingenuamente llamado

... La verdadera teología no es nunca mera teoría, o sim¬ple discurso, es siempre un don de Dios por su Palabra y su Espíritu; se trata de algo dinámico: la verdad de Dios, comunicada por su Revelación, que nos alcanza, nos penetra y nos renueva. Descubrir la verdad de Dios —este es, en el fondo, la misión de la teología— es encontrar, no simplemente conocer, a este mismo Dios. O dicho de otra manera, por el encuentro le conocemos y por el conocimiento le encontramos, y no hay otra salida: tengo que dejarle decir lo que El es, lo que quiere, lo que yo soy y lo que espera de mi.<>

La teología evangélica va a la Palabra para sacar todo su contenido y para poder, luego, exponerlo de manera consistente, ordenada y didáctica.

La teología evangélica no puede ser mas que una explicitación actual de la Revelación bíblica, un reflejo de la verdad revelada y eterna para las necesidades del pueblo de Dios en su peregrinaje histórico.

¿Es necesaria la Teología? Si hemos de crecer en la gracia y en el conocimiento de Cristo (2ª Pedro 3:18) —y resulta obvio que debemos anhelar este crecimiento— necesitamos de la Teología. Si somos embajadores en el nombre de Cristo (2." Corintios 5:19-20) —-y la encomienda evangelizadora (Mateo 28:19-20) va dirigida a todos los cristianos— es evidente que tenemos necesidad de la Teología.

Como embajadores en el nombre de Cristo, somos portadores del mensaje del Evangelio. Se impone un aprendizaje a fondo de este mensaje; un dominio profundo y amplio de la totalidad del mismo. Se exige, en suma, del embajador que conozca los documentos de los que es portador y portavoz. ¡Que impresión causaría un diplomático que no estuviera familiarizado con el contenido de la encomien¬da oficial de su gobierno? ¡Que embajada podría ejercer un tal funcionario? De la misma manera, es condición in¬dispensable para el cristiano el conocer más y mas la Sagrada Escritura en que llega hasta él el mensaje de su Señor.

... La ignorancia es la madre de la superstición, no de la devoción. Seremos instrumentos idóneos en el servicio del Señor solamente en la medida en que sepamos manejar «La espada del Espíritu que es la Palabra de Dios» (Efesios 6:17).

\ A. H. Strong escribe: «Nada anula más completamente los esfuerzos del predicador que la confusión y la inconsistencia de sus declaraciones doctrinales. Precisamente su tarea consiste en reemplazar lo oscuro y lo erróneo de los conceptos de sus oyentes por lo que es claro, veraz y vivido. Pero, no podrá cumplir fielmente esta labor sin co¬nocer los hechos de la Revelación divina, en su concatena¬ción lógica, en sus relaciones como partes de un todo y un todo en partes diversas.... En la oratorio del púlpito, la simple cita de textos bíblicos y los llamamientos fervorosos no son suficientes. Detrás de la declamación debe haber un sistema ordenado de pensamiento bíblico. Cierto que debemos despertar los sentimientos de los oyentes, debe¬mos conmover a las almas con el mensaje Salvador, pero esto sólo se logra de manera eficaz y bíblica mediante el conocimiento de la verdad: «Que se arrepientan para conocer la verdad» (2." Timoteo 2:25). El predicador debe procurar las bases del sentimiento, produciendo una convicción inteligente; debe instruir antes de conmover. Si el objetivo de la predicación estriba en dar a conocer, primero, a Dios, presentar las realidades divinas y todo lo tocante a la salvación del hombre, y, en segundo lugar, hacer que este Dios sea conocido, entonces deducimos que el estudio de la Teología es absolutamente necesario para realizar con éxito el trabajo del pulpito. ¡Practicará medicina quien no haya estudiado fisiología? ¿Quién ejercerá la abogacía sino el que sepa jurisprudencia? El predica¬dor necesita doctrina, para que no se vuelva un órgano estropeado, o un disco rayado, y para que no este dando siempre la misma nota. John H. Newman solía decir: «EI mal predicador es aquel que tiene que decir algo; el verdadero predicador es aquel que tiene algo que decir.»

A quienes opinan que la Teología acaso pueda ser conveniente pero no necesaria, el mismo teólogo responde: «Si todos los sistemas teológicos fueran destruidos hoy, mañana se levantarían otros en su lugar. Porque la sistematización teológica es una necesidad racional. Y tan inevitable es esta ley, que podemos comprobar fácilmente como aquellos que mas desprecian a la Teología se han hecho, ellos mismos, una Teología para su gusto; una Teología que, generalmente, es bien pobre y confusa. La hostilidad a la Teología —cuando no se origina en el temor de que sirva como excusa para oscurecer la verdad de la Escritura— precede, a menudo, del libertinaje intelectual que no quiere someterse a fronteras, es decir, a los límites que impone todo sistema bíblico completo. Lo que se dice de la filosofía vale también para la Teología: <> Los cristianos mas fuertes en la fe son aquellos que han dominado más profundamente las grandes doctrinas bíblicas; las épocas gloriosas de la Iglesia son aquellas que han producido los sistemas teológicos más completos y sistemáticos, índice y prueba de su estudio bíblico.,.. Hay un buen número de textos en la Biblia que presentan la verdad y el conocimiento de la misma estrechamente ligados y como el alimento pa¬ra el alma (Jeremías,3:15; Mateo 4:4; 1.a Corintios 3:1, 2; Hebreos 5; 14). La madurez cristiana se apoya sobre la verdad cristiana (1.a Corintios 3:10-15). Talbot Chalmers dijo; «Cierto que la doctrina sin la piedad es como un árbol sin frutos; pero la piedad sin la doctrina es como un árbol sin raíces,» El carácter cristiano es un fruto que crece solamente del árbol de la doctrina cristiana.

No podremos disfrutar por mucho tiempo de los frutos de la fe si no cuidamos las raíces del árbol y mucho menos si arrancamos el árbol del suelo donde hundía sus raíces* La inestabilidad doctrinal produce verdaderas catástrofes en la Iglesia y debilita su testimonio hasta convertirlo en inoperante. «EI cambio constante de credo —escribía Spurgeon— es el camino mas seguro para la perdición. Si trasplantamos un árbol dos o tres veces al año, no habrá necesidad de que preparemos grandes espacios para almacenar sus frutos.... No tendremos grandes predicadores si no tenemos grandes teólogos. No surgen grandes predicadores de mediocres estudiantes; el predicador que haya de conmover a las almas de manera autentica no será el que es superficial en sus estudios.

«El Espíritu Santo —prosigue Strong—nos invita a la comparación y a la armonización de las diferentes partes de la Escritura (1.a Corintios 2:13), a delinear todo lo que conduce al testimonio de Cristo (Colosenses 1:27), a predicar la Palabra en toda su plenitud tanto como en sus diferentes partes y sus debidas proporciones (2* Timoteo 4:2). Los pastores de las iglesias han sido llamados no solo a pastorear sino a enseñar también, puesto que se les llama maestros (Efesios 4:11); los que presiden deben ser aptos para la enseñanza (2.° Timoteo 3:2), capaces de exponer la Palabra de verdad (2.a Timoteo 2:15) porque todo siervo de Dios debe ser «retenedor de la Palabra tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen» (Tito 1:9)

La cita, aunque larga, vale la pena. Existe una pre¬vención, entre algunos hermanos de nuestras Iglesias evangélicas en España y Latinoamérica, en contra de la Teología. Ello se debe, seguramente, a que este vocablo siempre ha ido —en el subconsciente del cristiano evangélico hispano— asociado al nombre de algún pensador no demasiado ortodoxo y se supone que la Teología, en lugar de ser la ciencia de Dios, es casi la ciencia del diablo. Mas ya es hora de que nuestro pueblo evangélico de habla hispana llegue a su mayoría de edad espiritual. La compleja hora que nos toca vivir nos impone, cuando menos, esta exigencia.

Por otra parte, cuidado, no nos ocurra a nosotros los protestantes hispánicos, lo que le paso al personaje de la comedia de Moliere, «El burgués gentil hombre», quien cuando se enteró de que había dos posibles maneras de hablar —la prosa y la poesía— pregunto extrañado: «Entonces, ¿es que yo he estado hablando en prosa sin saberlo toda mi vida?»

Lo malo de hacer teología sin saberlo —como observa Strong en la cita apuntada— es que suele ser muy mala. Y queramos o no, estamos haciendo teología cada vez que abrimos la boca para hablar acerca de nuestra fe y de la Biblia.

No queremos significar que nuestros púlpitos tengan que convertirse en cátedras de Teología. No, no es esto. Como explicaba el Prof. Howard Osgood: «Un credo (y lo mismo vale para la Teología) es como la columna verte¬bral. Un hombre no tiene necesidad de estar pensando siempre en su columna vertebral; no debe tenerla en cuenta siempre. Pero tiene que tener una columna vertebral; la necesita ineludiblemente y, a ser posible, bien recta y fuerte; de lo contrario no podrá andar, se curvará, se tambaleará. Un cristiano sin credo (y sin Teología) vacilará igualmente y se arrastrará siempre dando Tumbos

Creo que fue Calvino quien dijo que la gran originalidad en Teología consistía en no pretender ser original.

JOSÉ GRAU
FRAGMENTO DE INTRODUCCIÓN
CURSO DE FORMACIÓN TEOLÓGICA EVANGÉLICA, TOMO I
EDITORIAL CLIE, 1973

EL DECÁLOGO DEL DADOR ALEGRE

Leyendo un libro muy interesante encontré el siguiente artículo o los diez mandamientos del dador alegre, espero le bendiga y anime a honrar a Dios como fuente de beneficio y seguridad en estos tiempos tan convulsionados.

Dios les bendiga.


EL DECÁLOGO DEL DADOR ALEGRE

  1. Dar con regularidad (1 Corintios 16:1-2).
  2. Dar individualmente (1 Corintios 16:2)
  3. Dar en medio de la pobreza (2 Corintios 8:1-3; Lucas 21:1-4)
  4. Darse uno mismo primero (2 Corintios 8:5)
  5. Dar como una gracia (2 Corintios 8:7; 1 Corintios 1:5)
  6. Dar como prueba de sinceridad (2 Corintios 8:8)
  7. Dar imitando al Señor (2 Corintios 8:9)
  8. Dar voluntariamente (2 Corintios 8:12; 1 Crónicas 29:9)
  9. Dar generosamente (2 Corintios 9:5)
  10. Dar con alegría (2 Corintios 9:7)

Tomado de El dador alegre, págs. 61-63, por Juan C. Varetto

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martes, 15 de septiembre de 2009

COMENTARIOS PARA PREDICADORES

Recientemente compartía con los líderes de nuestra congregación una serie de comentarios para mejorar nuestra predicación, a continuación le detallo algunos tips que de ser tomados en cuenta nos permitirá alcanzar nuestro gran objetivo como predicadores: FORMAR A CRISTO EN EL CORAZÓN DE LOS CREYENTES.

Errores más frecuentes de los predicadores.

PREDICADOR AUTO SUFICIENTE: específicamente me refiero a los predicadores que se consideran a sí mismo capaces de presentar el mensaje de Dios, olvidándose de estar continuamente con Dios y estudiar concienzudamente la palabra de Dios, así como de capacitarse de manera integral en aspectos bíblicos y seculares.

El predicador debe estar abierto a continuamente capacitarse, y sobre todo no confiarse en lo que ha aprendido anteriormente, debe renovarse constantemente y por momentos hasta actualizarse debidamente.


Debe constantemente estudiar y abrir se corazón a la enseñanza de otras personas, no permita considerar su opinión como la única verdad a que aferrarse, recuerde que la Biblia dice: que a cada uno le es dada medida de fe para provecho, así que respeta la opinión de otros predicadores.


PREDICADOR EMOCIONALISTA. Otro de los grandes males del predicador es dejarse impresionar por sus “corazonadas” o en lo que él piensa que necesita el pueblo de Dios.

Específicamente me refiero a predicadores que se consideran a sí mismos como el “termómetro espiritual de la iglesia” y suplantan el sentir y la guianza de Dios por sus corazonadas, y de allí toman o deciden las temáticas que presentar a la iglesia.

Es importante recordar a los predicadores que las personas asisten a la iglesia para escuchar la voz de Dios, no para escuchar a predicadores de sí mismos que les frustren mas su vida terrenal con sus mensajes.


PREDICADOR IMPROVISADOR. Me refiero al predicador que deja la “inspiración o inventos del momento” para predicar; son tan malos predicadores que hasta tuercen el verdadero sentir de textos como el siguiente, en el cual se basan para esconder su pereza: “no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar “ Mt. 10:19

Una frase clásica de esta lacra de predicadores es “la unción me tomó y dije lo que el Señor me dió”


El predicador debe ser dedicado y estudiar concienzudamente la palabra, y permanecer con el corazón sensible ante Dios para así predicar en el momento adecuado lo que Dios le inspire.

Cuando estudias la palabra deposita verdades espirituales en tu mente y corazón las cuales en el momento oportuno el Espíritu Santo tomara e inspirará para entregar a su pueblo.


Es lamentable ver gran cantidad de “predicadores emocionales e improvisadores” pero por otro lado como alguna ocasión dijo un pastor: “es admirable ver una persona hablar por una hora y no decir nada”. A esto añádale la pésima interpretación y manipulación herética de los textos por no estudiar.

Un último detalle: por lo regular los predicadores improvisadores terminan regañando a las personas o contando chistes para matar el tiempo, aparte de la fe de sus oyentes.


PREDICADOR DESORDENADO. Es aquel que habla lo primero que viene a su mente, o que terminan perdidos y ni el mismo sabiendo lo que quería decir, y menos sabe en qué sección del mensaje se encuentra. Permítame darle un consejo para ordenar su presentación, eso sí debe aprender a bosquejar sus mensajes, esto es solo un “botiquín” para los predicadores.

Primero CONCEPTUALICE, dé una verdad definida con claridad, luego EXPLIQUE, exprese con sencillez el concepto dado anteriormente y logre hacer entendible a su audiencia el concepto presentado, y por ultimo APLIQUE, dígale a sus oyentes para que sirve lo que les dijo, este momento es el que dará razón o justificará el escucharle. 


Todos nuestros oyentes necesitan escuchar, aprender pero sobretodo recibir herramientas para salir adelante en la vida.

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martes, 8 de septiembre de 2009

COMO MEJORAR NUESTRA PREDICACIÓN

Recientemente adquirí el periódico cristiano "La Palabra" en su primera edición y encontré un articulo que apoyara mucho la labor de los predicadores de la palabra de Dios.

Esta publicación es realizada por La Iglesia El Altar de Dios en El Salvador, y si desea mas información al respecto puede escribir a periodico_lapalabra@hotmail.com

Deseo bendiga sus vidas abundantemente por medio del escrito del Hno. José de La Paz Palacios.



COMO MEJORAR NUESTRA PREDICACIÓN
Por José de la Paz Palacios
Pastor General de la Iglesia El Altar de Dios

Predicar la palabra de Dios es una necesidad para quien predica y para quien recibe el mensaje de Dios. Si queremos mejorar nuestra predicación tenemos que desear con todo el corazón predicar en cualquier lugar, a una persona, a un grupo o a una multitud. Si esto se da en nosotros, comencemos a caminar dando los siguientes pasos:

PRIMER PASO: DEPENDAMOS DEL ESPÍRITU SANTO.

El predicador debe depender absolutamente del Espíritu santo. A él le fue encomendada la iglesia (Juan 14:16-17) los 120 reunidos en el aposento alto recibieron el poder del Espíritu santo, y llenos de su poder, el apóstol Pedro predico su primer mensaje a las multitudes y se convirtieron como tres mil personas (Hch. 2:1-41)


Nuestro éxito como predicadores dependerá del Espíritu santo. La unción en la predicación es indispensable para la exposición del mensaje. La iglesia primitiva que había recibido al Espíritu Santo, no cesaba todos los días de predicar y ensenar a Jesucristo. El ser llenos les impulsaba a hacerlo con denuedo (valor, animo) y lo hacían en el templo y también en las casa (Hch. 4:29-41). Insistimos, el predicador debe estar consciente que predicar en la unción del Espíritu Santo le traerá como premio lo que espera, primero en la preparación del mensaje enviándole el o los pasajes bíblicos que necesita; luego iluminándole para interpretarlos, le capacitara para estructurar su predicación de manera sencilla y finalmente le asistirá poniéndole gracia en el momento de la exposición del mensaje, con los evidentes resultados que espera.

SEGUNDO PASO: DEPENDAMOS DE LA PALABRA DE DIOS.

La espada del Espíritu, es la Palabra de Dios (Ef. 6:17). Predicar las verdades del Reino de Dios, contra las mentiras del reino de las tinieblas, es como enfrentar dos guerreros o dos ejércitos en combate. El espíritu de las tinieblas tiene sus propias armas: la filosofía humana y todos los argumentos del hombre que rechazan e ignoran a Dios. Es aquí donde el Espíritu hace uso de su arma, la Palabra de Dios. El espíritu del adversario utiliza instrumentos humanos, hombres y mujeres, redactores, editores, docentes, expositores etc.: pero el Espíritu Santo usa sus instrumentos: evangelistas, pastores, maestros, todos los predicadores de la palabra de Dios. He aquí la responsabilidad para ser efectivos en esta guerra, el predicador debe tener bien claro, sino tiene la palabra de Dios, será como soldado desarmado en la guerra.


Cuando Cristo fue impulsado por el espíritu Santo, al desierto (Mt. 1:12), para ser tentado por el diablo (Mt. 4:1), rechazo al tentador haciendo uso de la palabra, en tres ocasiones se defendió contestándole: “Escrito esta” (Mt. 4: 4,6-7), nuestra predicación será eficiente y tendremos éxito, cuando dependamos del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios. Las predicaciones de Pedro, Esteban y Pablo, llevaban un fuerte contenido de la Palabra de Dios (Hch. 2:14-21; 7:2-50; 13:16-23)

TERCER PASO: DEPENDAMOS DE LA ORACIÓN.

La oración es la comunión intima con Dios, nuestro amado Cristo nos deja ejemplo en la oración, haciéndolo muy de mañana (Mr. 1:35) y aun cansado después de atender a multitudes se fue al monte a orar (Mr. 6:46). Cuando llamó a sus discípulos, los llamo para que estuviesen con él, para enviarlos a predicar y para que tuviesen autoridad para sanar enfermos y echar fuera demonios (Mr. 3:13-14). Observemos que antes de enviarlos a predicar, dice “para que estuviesen con él”. Esto nos ensena que nuestra predicación será efectiva dependiendo de cuánto tiempo estemos con Jesús, en su intimidad. Solo cuando hemos estado en la cámara secreta con el Señor, recibimos la revelación de su palabra, su iluminación para entenderla e interpretarla y su inspiración para predicarla.


La oración, es decir la intimidad con Dios, antes de predicar, fortalecerá nuestro ser interior y nuestro mensaje fluirá bajo la unción del Espíritu Santo. La oración fue el medio que utilizaron los santos apóstoles y profetas del Antiguo y Nuevo Testamento para recibir la presencia, la inspiración, el mensaje de Dios directamente a sus vidas. El Apóstol Pablo, afirma a la iglesia de Éfeso, que por esa causa dobla sus rodillas delante del padre, para que les de ser fortalecidos en su ser interior, con el poder del Espíritu Santo, para que reciban espíritu de sabiduría y revelación y les sean alumbrados los ojos del entendimiento. La oración es indispensable para el predicador de la Palabra de Dios. (Ef. 1:16-19; 3:14-20

CONCLUSIÓN
Concluimos en que si realmente nos apasiona el deseo de predicar, vamos por el buen camino, pero es necesario ser responsables, dando estos tres pasos para mejorar nuestra predicación: DEPENDER DEL ESPÍRITU SANTO, DEPENDER DE LA PALABRA DE DIOS Y DEPENDER DE LA ORACIÓN.

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